Hoy, tras
un día de descanso, he estado reflexionando sobre muchas cosas... Me he dado
cuenta de que, poco a poco, he ido madurando. Me he dado cuenta de que el odio
es algo absurdo y que no merece nuestro tiempo, porque sólo hace que fomentemos
en nuestros corazones que no debería existir. Al pensarlo, me di cuenta de que
años atrás juzgaba a los demás por las opiniones que tuvieran mis amigos sobre
éstos. También me di cuenta de que juzgué injustamente a muchas personas por
hacer exactamente lo mismo que habría hecho yo si hubiese estado en su lugar.
Me he dado cuenta de que, si hubiese dejado atrás mi odio, me habría encontrado
con cientos de buenas personas con mucho que ofrecerme. Si escribo todo esto es
porque hay cosas que yo ya no puedo remediar, porque ya cometí el error de
odiar, pero sé que muchos de los que me leen tienen aún la oportunidad de
perdonar, de olvidar el odio y recordar las cosas buenas que tiene esa persona
a la que odias sin motivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario